O SORRISO DE PANDORA

“Jamais reconheci e nem reconhecerei a autoridade de nenhuma pretensa divindade, de alguma autoridade robotizada, demoníaca ou evolutiva que me afronte com alguma acusação de pecadora, herege, traidora ou o que seja. Não há um só, dentre todos os viventes, a quem eu considere mais do que a mim mesma. Contudo nada existe em mim que me permita sentir-me melhor do que qualquer outro vivente. Respeito todos, mas a ninguém me submeto. Rendo-me à beleza de um simples torrão de terra, à de uma gotícula de água, à de uma flor, à de um sorriso de qualquer face, mas não me rendo a qualquer autoridade instituída pela estupidez evolutiva da hora. Enfim, nada imponho sobre os ombros alheios, mas nada permito que me seja imposto de bom grado Libertei-me do peso desses conceitos equivocados e assumi-me como agente do processo de me dignificar a mim mesma, como também a vida que me é dispensada. Procuro homenageá-la com as minhas posturas e atitudes e nada mais almejo. É tudo o que posso dizer aqueles a quem considero meus filhos e filhas da Terra. “ In O SORRISO DE PANDORA, Jan Val Ellam

quarta-feira, julho 03, 2002



Uma ínfima miniatura mas um progresso na minha aventura internáutica...

EL GRAN CAMINO

"Nacemos y morimos, pero algo de nosotros sigue una y otra vez en marcha.
Si contemplo las profundidades de las que vine,
posiblemente descubra que ayer, hoy y mañana
no están tan seperados como parecen.
Siempre da la impresión de que empezamos otra vez,
aun cuando hay algo en nosotros que ni comienza ni termina.

Sé que tendré que volver a aprender las grandes lecciones
y las sencillas verdades que alguna vez ya aprendí
en mi afán por vivir con pasión, compasión y sabiduría.
Sé que necesitaré luchar contra el miedo,
la codicia y el engaño mientras elija mantenerme consciente
de mis caminos retorcidos y busque una manera de vivir más lúcida.

Y es que el curriculum vitae no comienza con los hechos elementales,
para continuar avanzando de manera ordenada
hacia la sabiduría avanzada y culminar con la iluminación absoluta.
Nadie obtiene el dominio del arte de vivir
sin sumergirse conscientemente en lo que vivimos en el presente.

El Gran Camino es un viaje en espiral:
avanzamos dando vueltas y cada día empezamos de nuevo,
sabiendo que el peligro y la muerte pueden estar al acecho,
que tendremos miedo y deberemos cultivar el coraje.
Daremos saltos de Fe, caeremos y volveremos a incorporarnos.

Si permanecemos en nuestra práctica, disfrutaremos de
inesperados momentos de Gracia y Júbilo...
y así escucharemos el anhelo del alma por convertir nuestra
vida en chispas luminosas de Belleza".


Sam Keen

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